El Super-Pan Bimbo resultó una novedad en el mercado de la Ciudad de México por estar envuelto en celofán. El práctico, higiénico, fresco y sabroso pan conquistó rápidamente el gusto de los mexicanos.
La calidad fue clave para su aceptación, pero ofrecerlo en celofán transparente y sellado también tuvo gran importancia ya que permitía a los consumidores apreciar su frescura al momento de la compra, a diferencia del papel encerado, que en esta época era bastante común.